Mi declaración de guerra
Debo reconocer que de cierta manera me he hecho un Dr. antisistema….
¡Es tiempo de decir basta!
Hoy, públicamente, me declaro oficialmente en guerra.
Contra la forma de atender a un paciente en 15 minutos.
Contra usar la misma forma de tratamiento para todos sin medir siquiera las reacciones adversas.
Contra el crear un sistema que fomenta el victimismo.
Contra la espera sin hacer nada por esas personas que aún pueden revertir una enfermedad y reintegrarse a la sociedad.
Contra la ilusión de que todo dolor o degeneración es producto del envejecimiento.
Contra la actitud que adopta un paciente de no hacer nada cuando puedes comprometerte con tu proceso de salud para iniciar el cambio.
Contra la educación que tan solo produce piezas obedientes y se olvida de educar para mantenernos saludables.
Contra la gente negativa que me rodea y te repite, una y otra vez que tus sueños de hacer más salud de manera simple, son imposibles, porque ellos han renunciado.
Contra los que no valoran y se burlan del trabajo de apoyo de los médicos prevencionistas ni de las especialidades que apoyan al paciente desde el ámbito emocional y espiritual, creyendo que estamos locos.
Contra ese porcentaje de los profesionales de la salud que tratan la enfermedad y no los enfermos olvidándose de empatizar contigo por miedo de ser vulnerables.
Contra las personas con esa rigidez mental que creen que un mejoramiento en la calidad de vida de un paciente no hace la diferencia en su salud ni en la dinámica de sus familias.
Contra los falsos grupos de apoyo para autoinmunes y cáncer que solo te hablan de cómo rendirte mientras avanza la enfermedad, de cuán costosas son las medicinas, de cómo tu cuerpo se deteriora, comparando entre sí quién está más enfermo y para colmo, donde la esperanza es vista como un bicho raro.
Contra las personas que viven estas enfermedades desde el victimismo y no desde el pie de lucha para hacer el cambio.
Contra los que se rinden rápido, porque se compran el primer discurso de que no hay nada que hacer porque es “incurable”.
Contra los que toman la enfermedad como un castigo o una forma de mutilación y sacan su ganancia inconsciente de ello.
Contra los colegas que se muestran incrédulos ante los avances de la medicina cuerpo-mente (BM).
Así que hoy estoy reclutando de manera directa para mí, un ejército de valientes…
Soñadores de una salud con calidad.
Inconformistas de padecer una enfermedad autoinmune solo con “alivios temporales”.
Personas que en su sabiduría y en su cuerpo pueden notar que viven los estragos de estar sobre medicados.
Personas hartas de sufrir dolor…
Personas que están dispuestos a salir de la Matrix para mejorar su salud según sus términos.
Personas comprometidas que afrontan los obstáculos de personas incrédulas todo el tiempo que haga falta, hasta recuperar su salud.
Personas corrientes hechas de esta madera tan especial que solo se encuentra en los que no abandonan nunca cuando creen en la causa.
Personas entregadas a su causa, que han matado a su ego para ponerse al servicio de los demás.
Personas que quieren redefinir su relación con su salud sin renunciar a la sabiduría y por supuesto, al conocimiento científico, así como a la combinación de los métodos rescatados por la Medicina Integrativa.
Personas que quieren educar a sus hijos desde la promoción de salud y dejarles este legado.
Si esta persona eres tú, seguro que tenemos que hablar en los próximos días.
Porque quiero acompañarte en tu propósito de mejorar tu salud sin riesgos, con una nueva visión y donde TU eres el protagonista.
Te aseguro que será un proceso que amarás profundamente.
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Dra. Hanna
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NOTA FINAL:
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Y de paso, déjame un comentario para decirme lo que más te ha inspirado.
Me encantaría llegar a hablar de estos temas que me propondrás más adelante, en una sesión 1 a 1 más íntima…
Abrazo gigante,
Dra. Hanna